Año 4. Número 6. Enero - Junio 2016

Reseña

 

FURIA DE GÉNERO:
EL TRANSFEMINISMO COMO PRÁCTICA POLÍTICA DE LUCHA INTEGRADORA.
EL DESAFÍO TRANS

 

 

Consuelo Llanas

Licenciatura en Filosofía

UCEM

“Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica […] Escribo desde aquí, desde las invendibles, las torcidas, las que llevan la cabeza rapada, las que no saben vestirse, las que tienen miedo de oler mal, las que tienen los dientes podridos, las que no saben cómo montárselo, ésas a las que los hombres no les hacen regalos, ésas que follarían con cualquiera que quisiera hacérselo con ellas, las más zorras, las putitas, las mujeres que siempre tienen el coño seco, las que tienen tripa, las que querrían ser hombres, las que se creen hombres, las que sueñan con ser actrices porno, a las que les dan igual los hombres pero a las que sus amigas interesan, las que tienen el culo gordo, las que tienen vello duro y negro que no se depilan, las mujeres brutales, ruidosas, las que lo rompen todo cuando pasan, a las que no les gustan las perfumerías, las que llevan los labios demasiado rojos, las que están demasiado mal hechas como para poder vestirse como perritas calentonas pero que se mueren de ganas, las que quieren vestirse como hombres y llevar barba por la calle, las que quieren enseñarlo todo, las que son púdicas porque están acomplejadas, las que no saben decir que no, a las que se encierra para poder domesticarlas, las que dan miedo, las que dan pena, las que no dan ganas, las que tienen la piel flácida, la cara llena de arrugas, las que sueñan con hacerse un lifting, una liposucción, con cambiar de nariz pero que no tienen dinero para hacerlo, las que están desgastadas, las que no tienen a nadie que las proteja excepto ellas mismas, las que no saben proteger, esas a las que sus hijos les dan igual, esas a las que les gusta beber en los bares hasta caerse al suelo, las que no saben guardar las apariencias; pero también escribo para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no saben pelearse, los que lloran con facilidad, los que no son ambiciosos, ni competitivos, los que no la tienen grande, ni son agresivos, los que tienen miedo, los que son tímidos, vulnerables, los que prefieren ocuparse de la casa que ir a trabajar, los que son delicados, calvos, demasiado pobres como para gustar, los que tienen ganas de que les den por el culo, los que no quieren que nadie cuente con ellos, los que tienen miedo por la noche cuando están solos.”

Despentes, V. Teoría King-Kong. Melusina, Barcelona, 2009. Pp 7-10

“Furia de género”[1] es una tesis de compilación hecha por Belén Macías, esta para conseguir un Máster Oficial en Estudios de Mujeres, Género y Ciudadanía en el Instituto Interuniversitario de Estudios de Mujeres y Género en el 2013. De la autora se sabe poco, sólo que radica en Barcelona y que ha participado en trabajos con Beatriz Preciado, como lo refiere en sus agradecimientos de tesis. De su ésta, ahora ya libro, se sabe que desde su aparición se ha ido abriendo paso en los círculos feministas y sobra decirlo, en los círculos ‘queer’.

Los objetivos de ‘Furia de género’ son: visibilizar las transfeministas en estado español e intentar como desdibujan las identidades. Y el introducir sus cuerpos y luchas en una institución (universidad) p. 5 Se compone de cuatro capítulos (introducción, orígenes del feminismo ‘queer’, el transfeminismo en el estado español, praxis y activismo y conclusiones).  Por razones de orden, se ha decidido ir tratando cada apartado conforme se han mencionado.

 

Introducción

La autora nos presenta la práctica política transfeminista que define como “la estrategia de deconstrucción del binarismo del sexo y género, y comoterritorio facilitador de la integración de las luchas de los cuerpos excluidos y oprimidos” (Macías, 2013:6)  Al igual que marca las líneas de donde se dibujará el trabajo, Foucault [2](Historia de la sexualidad), Judith Butler (El género en disputa), Teresa Laurentis (Tecnologías del género) y los trabajos de Beatriz Preciado.

Orígenes del transfeminismo

Se menciona el recorrido de lucha de la mujer que ha estado presente durante toda la historia, edad media y la quema de brujas, la invisible de la lucha en la ilustración, inicios del capitalismo y la unión entre burguesas y proletarias por el derecho al voto, la patologización (lo normal) de la sexualidad en la época victoriana, la lucha anarquista y el siglo veinte con Simone de Beauvoir y su reivindicación en política, economía y profesión.

‘No se nace mujer, pero si se excluye desde el nacer’… el movimiento feminista de primera época invitaba a la lucha sólo a mujeres blancas de clase media, las pobres, negras, lesbianas, eran excluidas y rechazadas del movimiento.

Segunda ola feminista, lo personal es político, que cuestionaba las relaciones personales y sexuales son relaciones de poder, y en ellas se evidencian las dominaciones que sufren las mujeres. A la par surgen movimientos feministas radicales, buscan ser visibles y en contrapartida movimientos que buscaban regresar al seno de la familia, que luchan contra la pornografía como discurso opresor.

La tercera ola feminista cuestiona los dualismos hombre-mujer separando el género de la orientación sexual, al respecto “Soy víctima y verdugo, mismo y otro, idéntico y extraño. Sólo me queda analizar indefinidamente la separación en que se basa mi insostenible identidad”  (Julia Kristeva en 2013:15) de ahí el rompimiento hasta ‘las lesbianas no son mujeres’ de Wittig[3]

Feminismo queer, que se podría definir como: “El devenir del sexo en olor de multitudes, fundar un clan, una banda. Queer es un mapa mudo donde los accidentes son prótesis cartografiando el deseo, es una red de órganos, y otra red, y otros órganos, tanto poderes como orificios, es un punto de ternura alejado ajeno a la economía heterosexual. Es arte, artefacto, artilugio y artesano” Políticas bolleras, p.16 el cual lucha contra la invención del cuerpo blanco heterosexual como dominante, (heteronormatividad) crítica la invención del concepto mujer al que agruparse los seres humanos del sexo femenino. (p.17)

La heterosexualidad es un recurso dominante de la sociedad que excluye, invisibiliza y se muestra como natural, ante esto la autora, retoma a Laurentis (Tecnologías del género 1987) que dice lo siguiente: El género es una representación, es una construcción y sigue como en épocas pasadas,  además de que incluye su deconstrucción. (en 2013:22)

Ante esto, el género, retomado de Butler es una performatividad,  (actos, gestos, deseo), que construye identidades que a la vez son movibles, en estas hay sujetos dominantes que imponen pero que no producen conocimiento, sólo la postura crítica lo produce a lo cual denomina transconocimiento. Este da lugar a espacios materiales y simbólicos más habitablesa través del diálogo entre las personas, un aproximarse a la realidad desde los conocimientos situados y nómadas. (pp. 32-33)

Deseducándonos, de construyéndonos. Desde el nacimiento los deseos de lxs nxñxs se ven acotados por los intereses de las personas adultas, los que no encajan son anti-sociales. Así la autora nos recuerda la teoría del poder de Foucault y nos llama a pensar sobre la represión y producción normas, de categorías de normalidad psicológica, médica que controlan al sujeto.

El transfeminismo en el estado español

“Furia de género” en este apartado hace un llamado a la memoria, a la revisión del franquismo y el atraso en la conquista de derechos en España. También nos habla de las rupturas entre los movimientos feministas (institucional/calle), la identidad como mecanismo para construirnos como un ‘tú’ que establece redes entre iguales (p. 45)

Así mismo, nos da tres puntos del por qué término queer, asimilado en la subcultura, su neutralidad y el que engloba las prácticas no –normativas, convirtiéndose en políticamente correcto. (P.47) Pero ante todo el término es visto como subversivo, como lucha.

Praxis

En este apartado la autora hace mención de diferentes movimientos que se han suscitado, performance para generar una experiencia, como proceso de aprendizaje que lleva a la toma de conciencia. (P.66) Los ‘Woman house Project’ como crítica de la territorialización del género, otros como Semiotic of kitche, que hablan del conocimiento encerrado, los Drag Kings y las pos pornografía de Beatriz Preciado, definida como: “una inversión radical del sujeto de placer, las mujeres y las minorías son las que se reapropian del dispositivo pornográfico y reclaman otras representaciones y otros placeres. (P.69)

Conclusiones:

En este apartado nos hace un llamado a ver el cuerpo más allá de los binarismos, insertarlo en el campo de lucha, hacerlo político, hacernos consientes y críticos de lo llamado normal, lo impuesto y con las mismas identidades que hemos creado por no incomodar:

[...] somos la rabia de la revolución feminista, y queremos enseñar los dientes; salir de los despachos del género y de las políticas correctas, y que nuestro deseo nos guíe siendo políticamente incorrectas, molestando, repensando y resignificando nuestras mutaciones.

 

Balance:

El libro podría decirse que cumple con los objetivos propuestos, puesto que no sólo expone la teoría queer como lucha transfeminista sino que logra contextualizarla en España además de hacerla en palabras sencillas y de forma general ante el diverso abanico que puebla hoy en día la escena.

En cuanto al contenido del mismo, tomaremos una parte que la misma autora menciona, la postura crítica. Pues ante esta exposición del movimiento transfeminista quedan dos temas que se mencionan en la obra pero de forma somera, ¿cuál es el sujeto del feminismo? Y el hacer invisible al otro, al que no soy yo, y que deja varias cartas al aire.

Ante el primero, el sujeto del feminismo, parece en un principio que hablar de la lucha de la mujer podría tomarse como algo del pasado, que no se abre a las demás formas de identificación sexual, pero queda la duda, ¿ante la cultura que busca ser visible, existente,  no se esquiva al sujeto mujer? Pues si bien podríamos decir que estamos en la misma lucha, analizándolo un poco no parece así, el transfeminismo lucha por dar la vueltaa lo aceptado, a lo impuesto y mostrar lo negado, lo excluido, pero al menos en ningún punto muestra la luchau ocupación por la violencia, la simbólica (la del sujeto contra sí), la física,  la no física y demás. El ser visible apenas es entrar en el círculo de la existencia, pero la lucha por sobrevivir en ella no es tema que se toque, se deriva en la búsqueda de otras formas de presentarse.

Ante lo segundo, el hacer invisible al otro nos detendremos un poco en el peligro de la identidad, de vernos, mostrarnos como parte de un tú, aunque sea minoría. Es un arma de doble filo, pues me acepto como distinto a algunos, igual a otros y bajo esta dinámica sigo perpetrando lo que niego, la exclusión. Creemos que el diálogo no puede ir entre los que reconozco iguales, sino que es más urgente con quiénes no lo parecen, con los que están más allá de nuestro círculo. Usar el diálogo para dar voces a las realidades que no entendemos, que no queremos y a las que incomodamos. Desde nuestra perspectiva el hacer praxis es involucrarnos e involucrarlos, (nosotros, ellos).

 

Bibliografía

Macías, B. (2013). Furia de género: el transfeminismo como práctica política de lucha integradora. El desafío trans. Barcelona: Instituto Interuniversitario de Estudios de Mujeres y Género (IIEDG).

 

[1] Furia de género, es la referencia corta que realizo a la obra por cuestiones de economía literaria. Todas las citas que aparecen en el texto hacen referencia a la obra.

[2] Cabe destacar que la teoría desarrollado por Foucault –biopoder-  atraviesa toda la obra pero sólo es mencionado directamente como máximo tres veces, sin embargo los demás trabajos que se mencionan son inspirados en esta teoría.

[3] Siguiendo está lógica los gays tampoco son hombres sin embargo algunos colectivos se han unido a los movimientos feminista